miércoles, 19 de agosto de 2009

Tan común que se nos volvió costumbre

Según Darío*, un profesional residente en la comuna noroccidental de Medellín, la violencia intrafamiliar es algo con lo que ha vivido siempre. “En mi casa, dice, somos más de una docena de hijos, todos hombres, que crecimos viendo cómo mi papá llegaba cada diez u once meses a pegarle a mi mamá y a dejarla embarazada, sin que ella dijera nada. Siempre lo atendió bien por considerar que ese era su papel como esposa. Quizá por eso, continúa diciendo, muchos de mis hermanos les pegan a sus mujeres y en ocasiones son unas bestias con sus hijos. El 31 de diciembre pasado, por ejemplo, al amanecer del primero mi hermano borracho casi mata a su mujer, le partió un brazo y la dejó llena de hematomas. Los vecinos tuvieron que intervenir y entre ellos y la policía lograron quitársela. Lo llevaron a pasar la rasca en el calabozo y lo tuvieron detenido 24 horas. Con todo y esto, al día siguiente su mujer, llena de moretones y con el brazo enyesado, andaba buscando quién le ayudara a partir un pollo para llevarle algo de comer a mi hermano detenido”, GIRALDO, Carlos Alberto y otros, Rasgando velos, ensayos sobre la violencia en
Medellín. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 190p, sacado del URL: http://www.lapalabra.gov.co/descarg/CARTILLAS/Cartilla%205%20Violencia%20Intrafamiliar.pdf. Fecha: 19 de Agosto. Hora: 3:00 pm


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